Las bebidas alcohólicas se clasifican para facilitar su regulación, producción, comercialización y consumo responsable. Comprender las diferencias entre las bebidas es esencial para su manipulación y cumplimiento de las normativas sanitarias y legales.
Clasificación Según el Grado Alcohólico:
Bebidas de Bajo Contenido Alcohólico:
Contienen entre 2.5% y 8% de alcohol por volumen.
Ejemplos: Cervezas, sidras y bebidas fermentadas bajas en alcohol.
Bebidas de Contenido Alcohólico Moderado:
Contienen entre 8% y 20% de alcohol por volumen.
Ejemplos: Vinos, vinos fortificados como el oporto y vermut.
Bebidas de Alto Contenido Alcohólico:
Contienen más del 20% de alcohol por volumen.
Ejemplos: Vodka, ron, whisky, brandy, tequila y aguardientes.